Respecto de la Navidad… no siento nada. Ni tan siquiera, ya, antipatía. Sólo me sientan bien los días libres y, si llueve, el ‘mal tiempo’ El resto es observación y distancia. La edad, digo yo, resumiendo. La edad que no perdona nada y a nadie. Ni siquiera a la Navidad, empalagosa no sólo por los dulces.
Pero así y todo… Felicidades… Mucha felicidad en la vida. Algo de humildad, que siempre viene bien… Y paz, en el actuar y en el pensar. Una conciencia tranquila es el salón más confortable de la casa de la felicidad.
la foto es de Nacho Viñau Ena