domingo, noviembre 22, 2009

Función pública. Varias trampas. Muchos actores. Más pagadores. La eficacia y la eficiente pierden, por ahora.

El señor Soria López es, ahora, consejero (¿?) de Economía y Hacienda del gobierno autonómico de Canarias. Y días pasados mostró, mediante declaraciones a los medios que le quisieron ampliar su palabras, el volumen de populismo y demagogia que es capaz de generar mediante discurso.

"Se acabaron las bajas laborales para irse a la playa" fue titular, puesto por su boca, que él no ha desmentido, luego se supone cierto.

El asunto es que en los presupuestos generales de la comunidad autónoma de Canarias, para el próximo ejercicio 2010, se han detraído 27 millones de euros de la partida prevista para bajas médicas en la Consejería (¿?) de Educación. Pasando el presupuesto de esta partida, de 34 millones a 7 millones. Y reflexiona el demagogo señor Soria López argumentando: "Cuando un organismo presupuesta de antemano más de 6.000 millones de las antiguas pesetas para hacer frente a posibles bajas lo que está haciendo es incentivar esas bajas"

El señor Soria López, para aclarar, tiene trayectoria en asuntos de representación política. Ha sido alcalde y presidente de Cabildo, diputado en el parlamento de la comunidad autónoma de Canarias, y ahora vicepresidente y consejero... Esto, digo para aclarar, porque las administraciones públicas en las que ha desempeñado funciones de gobierno, como él bien sabe, presupuestan cada año (o han presupuestado) partidas, en función de evidencias e histórico. Las personas acceden a bajas laborales retribuidas, por distintos tipos de incapacidades, certificadas por profesionales de la medicina, y el importe de los costes año a año pasados es conocido, luego, vía presupuestos, se anticipa la realidad y se dotan partidas... En técnica presupuestaria, de lo más corriente y común. Además de eso, como consejero (¿?) de Economía y Hacienda del gobierno autónomo de Canarias, es esta (2009-2010) la tercera ocasión en que los presupuestos públicos llevan su rúbrica. Demagogia, afirmo, porque supone que las personas piensan conforme a criterios simples... "de andar por casa"

La pregunta clave, según me parece, es: ¿Hubiesen mostrado los presupuestos generales de la comunidad autónoma de Canarias para 2010 disminución en partidas relacionadas con las bajas laborales retribuidas de sus funcionarios (o, mejor, previstas) si las circunstancias financieras y presupuestarias a que obliga "la crisis" no se estuviesen manifestando?

Yo contesto: no. Luego, aunque el señor Soria López, ahora, quiera "ponerse del lado de los justos" y eficientistas... hace trampa. Restricciones obligan, no criterios serios de estrategia seria, eficiente y eficaz. Obligación de gestionar con cordura siempre ha habido para todos los gobiernos en todas las administraciones. Ahora que son las restricciones presupuestarias las que "marcan el paso" no vale, señor Soria López, "apuntarse tanto" alguno. Usted no habla de mejoras. Usted 'soporta', como tod@s, la evidencia de la imposibilidad. Eso es otra cosa. No importa que usted quiera 'venderlo' cual "bálsamo de Fierabrás" Eficiente gestor público no se muestra, quien sea, cuando restringe a la fuerza... "Fuerza obliga" Estrategia y buen gobierno, se anticipan. Usted ha tenido oportunidad. Si hubiese querido o sabido (no sé qué será peor en cuanto a carencias) ya estaría 'hecho'... Bueno, usted, y los gobiernos que han gobernado y gobiernan... Y paso a otro aspecto, otra cara, del asunto.

Los sindicatos, molestos, no descartan la huelga en el sector público por la polémica del absentismo. Nada más 'normal' y acorde a las reglas del juego al que juegan. No importan las razones, ni siquiera importan las evidencias respecto a lo insostenible. Ningún sindicato, en ningún momento, ha planteado, jamas, lo insostenible del modelo de función pública. Probablemente porque no lo vean insostenible. Probablemente porque les parezca muy adecuado que se abuse (afirmo) de un modelo de relaciones de trabajo altamente proteccionista, inmovilista, inflexible, ineficiente, caro y dado al "clientelismo político" (especialmente en las administraciones públicas locales, insulares y autonómicas)... Probablemente porque, a fin de cuentas, sea el sector público el 'mejor' reservorio para sostener, sin adecuarse a los tiempos, anclados en los viejos 'modelos', sus representaciones y representatividades. Cómodos, demagogos también. Conocen y no dicen. Saben que los presupuestos públicos no caen de ningún cielo, ni vienen remitidos de infierno alguno. Pero no ejercen autocrítica ni se responsabilizan de las prácticas insostenibles. Como, por ejemplo, el coste continuamente creciente vs. los recursos absolutamente limitados. Como, por ejemplo, los abusos de derecho, que existen. Como por ejemplo la desigual realidad que marca la vida laboral de una persona empleada para la función pública, respecto a otra empleada en el ámbito privado... Sindicatos que representan, pero eso sí, no a todos por igual, ni siquiera a todos con las mismas reglas.

Y, para terminar... dos cosas:

López Aguilar anima a los funcionarios a defender su honor frente a Soria... Sin que parezca que piense que el honor no es cosa colectiva. Porque el honor no se obtiene sino a través del ejercicio. De la práctica nace el honor. Y la práctica de toda la función pública, no es homogénea. Como la práctica de todas las personas que trabajan en el ámbito privado, tampoco.

En mi opinión el señor López Aguilar ha 'jugado' muy mal, sumándose a esta lista de despropósitos. No la ha hecho bien porque si tampoco tiene intención de abordar el núcleo del asunto (la insostenibilidad de un modelo de empleo público que impide la necesaria flexibilidad ante cambios trascendentes en la economía, de la cual depende)... mejor callar. Porque seguro que sabe, él y su partido, que el modelo no tiene futuro sin cambios. Y lo único que consigue, agregando argumentos al debate abierto por el demagogo señor Soria López, es más de lo mismo... Y no pueden destinarse 34 millones de euros al capítulo de bajas laborales retribuidas cuando capítulos de mayor trascendencia e importancia social los demandan y cuando, en modo alguno, están garantizados recursos suficientes para cubrir a la ciudadanía necesidades crecientes, ajenas, por completo, a un modelo de relaciones de trabajo (el público) que la economía que lo sostiene (la privada) no admite, por razones obvias, como regla válida, sostenible.

La segunda, y termino:

"Más de 8.500 funcionarios faltan cada día al trabajo" según afirma don Jorge Rodríguez, consejero (¿?) ahora de Empleo, Industria y Comercio del gobierno autónomo de Canarias.

Si fuese novedad, novedosa, o noticia de última hora, estaría bien (aunque malo es el dato) saber que el señor Rodríguez se pre-ocupa y escandaliza, como por ejemplo yo, ante tales cifras. Claro, que tratándose de un dato recurrente. Tratándose de una evidencia añeja... ¿Qué nos quiere decir el partido que hace 16 años gobierna (porque de alguna manera hay que denominar a las cosas) Canarias?... (Coalición Canaria)... ¿Nos quiere decir acaso que la macro administración pública que con no pocos criterios de clientelismo electoral han engendrado contra el presupuesto público ha venido incurriendo en desatinos, desde el primer día?... ¿Quiere ocultar la responsabilidad que tienen en el hecho, resaltando los efectos?... Seguramente, sí.

Coalición Canaria tiene, en toda la administración pública Canaria, de manera especial en el área de Educación, y de forma destacada en los niveles administrativos locales e insulares (ayuntamientos y cabildos), la mayor responsabilidad, pues estos han sido, y son, los escenarios y terrenos preferidos para paniaguar y ganar voluntades. Aunque, cierto y por tanto necesario aclararlo, no han sido, ni son, los únicos, como partido político, que con estas estrategias se han sostenido. E insistirán.


La administración pública debe proceder a una urgente reinvención estratégica. Los recursos que hasta ahora han permitido generar más y más Administración, con la consiguiente carga funcionarial, y asimilados, no están, en modo alguno, garantizados. Las necesidades sociales no decrecerán, como sí lo hacen los ingresos. Las necesidades sociales son prioritarias, no la organización que se ha creado para cubrirlas. Esta organización (las administraciones públicas) requieren ser modernizadas. Las circunstancias y los criterios de sostenibilidad indican que deben ganar en eficiencia y flexibilidad. El objeto de lo público no puede ser sostenerse a sí mismo. Los corporativismo con cargo a los recursos públicos no resultan eficaces, pues no inciden sobre las necesidades sociales sino sobre grupos de interés. La función pública tiene que ser rediseñada por necesidad presupuestaria. Por ética social y sostenibilidad.

¿Cuándo se pondrán los agentes a la labor?... ¿Cuándo dejarán de utilizar el problema como argumento, para nada?... ¿Cuándo iniciarán el proceso que asegure el cambio?... ¿En qué momento la responsabilidad se impondrá frente a criterios meramente electorales?



La viñeta de Morgan es, como saben, una exageración. Eso no quita para que sea significativa de una realidad social, y económica, mil veces callada, otras, no sé cuántas, acallada, y más, muchas más veces, pospuesta.