Las TIC no pueden tener en todos los niveles educativos idénticas funciones pero siendo, como son, las tecnologías que dan lugar al nuevo paradigma tecnoeconómico, sí deben tener un uso cada vez más intensivo en todos ellos, porque si no sería como alejar el sistema de enseñanza-aprendizaje, o una parte de él, de la realidad que vivimos y vivirán con más intensidad las generaciones futuras.
Las TIC afectan a la totalidad del sistema social de múltiples maneras y según el sector o la actividad de que se trate, pero tienen un aporte común –que es doble-, se trata de la información y el conocimiento. La clave resumen está en la denominación aceptada: sociedad del conocimiento.
Educar es transmitir conocimientos y la manera de encontrarlos; calcularlos o valorarlos y también experimentarlos. Por eso en una sociedad caracterizada por la presencia creciente en todos los ámbitos de Internet y las tecnologías asociadas, no se puede pensar en un proceso educativo alejado de ellas, y de Internet.
El número de equipos y conexiones es básico para analizar el papel de las TIC en la educación porque no es lo mismo hablar de Internet que experimentar la participación mediante Blogs en la naciente Web2. Es decir, no es lo mismo disponer una o dos horas semanales de las TIC para desarrollar el proceso de enseñanza aprendizaje que disponer de todo el horario lectivo para hacerlo porque el número de equipos y conexiones lo permiten. Claro que aquí estamos incurriendo en una utopía presupuestaria que creo posible.
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