domingo, octubre 22, 2006

¿Sostenible? (2) - Canarias



En el archipiélago Canarias se mantiene, desde décadas, abierto un debate sobre el crecimiento de la población y de la urbanización del territorio. Es seguro que quien conozca Las Islas, recuerde y tenga edad para ello; sabe que en las últimas cuatro décadas su paisaje ha sufrido el más radical cambio consecuencia de la acción urbanizadora que acompaña al desarrollo económico.

La actividad económica Turismo es motor de la economía de Canarias. Para que eso sea así se requiere de mucho turismo –unos 9,5 millones de personas por año- y eso implica mucha urbanización. Las Islas todas, pero de manera especial Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, han cambiado su paisaje. Desmontando las montañas; oprimiendo las playas y bloqueando sus barrancos, la “industria turística” se ha expandido por la geografía isleña homogeneizándola. Urbanizándola.

La actividad económica ha atraído a Las Islas a decenas de miles de personas que han emigrado desde los distintos continentes hasta aquí para vivir y trabajar. Así a la actividad urbanizadora de la “industria turística” se ha sumado la actividad urbanizadora necesaria para el hábitat y los servicios e infraestructuras requeridos por los casi dos millones de personas que vivimos hoy en Canarias. Hoteles, apartamentos, viviendas, centros comerciales, hospitales, carreteras, autopistas, bibliotecas, caminos vecinales, centros educativos, plazas públicas, auditorios, centrales eléctricas, canteras, puertos, aeropuertos… Consumo de suelo. Desmonte de paisajes. Urbanización de Las Islas.

Esto es lo que hay. Y no tiene marcha atrás. Más bien parece que solo tenga marcha adelante, porque pararse… tampoco quiere.

Armonizar crecimiento económico y hacerlo sostenible en términos de impacto sobre el medio es una tarea compleja, y más aun en un territorio pequeño como lo es el de Canarias. Hace falta mucha imaginación y más pensamiento a largo plazo. El que no usan los representantes ni las administraciones públicas y en gran medida tampoco, los particulares y las empresas.

Pensar a largo plazo es previsionar el futuro. En concreto es previsionar los efectos a futuro que tiene el sistema económico canario sobre la geografía y el medio insular sobre el que existe. Es previsionar respecto de la forma en que afectan las altas tasas de crecimiento de población en Canarias a ese mismo medio y geografía insular.

De antemano sabemos la manera en que ha afectado el modelo. Lo sabemos porque hemos sido testigos de la degradación diaria y sistemática del medio natural de Las Islas. Y vivimos el hoy teniendo la oportunidad –amarga- de compararlo con quince… veinte años atrás. Pero también lo sabemos por los incrementos en los niveles de vida, que esos también han mejorado, todo hay que decirlo.

Parece que estuviéramos abocados a la desaparición -salvo reservas en forma de parque nacional u otras figuras similares- del paisaje y el medio natural que hemos disfrutado, porque aunque se hable y se escriba no va a implantarse una ley de residencia –a lo mejor es bueno que sea así- y mientras la actividad económica siga expansiva llegarán más personas a vivir y trabajar en Las Islas, expandiendo con ello también el modelo económico y la degradación territorial que le es inherente y se ahondará en el cambio cultural y en el olvido de las “señas de identidad”.



Para quien tenga interés en ver datos: Instituto Canario de Estadística y Estadísticas de la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias

la foto es de willen velthoven

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