miércoles, junio 11, 2008

Desaceleración profunda


El título forma parte de uno más largo de un artículo periodístico (La Provincia)


Quieren decir crisis, pero como piensan en positivo (?) usan eufemismos. Como este: desaceleración profunda. Ahí es nada!

Desacelerar tienen que ver con la velocidad, con disminuirla. Profundidad tiene que ver con hondura, con aumentarla.

¿Cómo casar la velocidad y el tocino, o aquella y la profundidad?

Si un objeto, animado, inanimado, tecnológico o biológico (o ser, cualquiera, o grupo de ellos) estuviese en un proceso de caída o traslado desde un punto a otro (necesariamente más bajo o más abajo, porque en el experimento está el concepto de hondura, aunque también se conceptúa hondura en horizontal, a veces)... Es igual. Si un objeto, etc, etc, estuviese en desplazamiento de un sitio a otro y parase o disminuyese la velocidad, dejaría de ir más allá, ¿no?. Dejaría de ir más abajo, digo yo.

Pero no. Es posible desacelerar profundamente. Porque igual pensaban, porque conducen vehículo, en aquello de pisar profundo, el freno, en este caso, y desacelerar. Aunque bien pensado, otra vez, si se pisa a fondo el freno, se desacelera sí... pero de golpe. ¿Verdad?

Desaceleración profunda... Que absurdo, digo. Que absurdo y para idiotizar.

Crisis que por ahora no presenta más que su lado feo (se dice mucho y se repite que una crisis guarda oportunidades, y no lo dudo, pues por filosofía me interesa, pero ahora están por venir o ver) Crisis que durará ni se sabe, porque por ahora no se pone nadie de acuerdo en cuánto va a durar porque durará lo que dure y después de haber durado se sabrá cuánto duro, y así, como son estas cosas de la economía y los comportamientos individuales y sociales que la hacen (a la economía y a las crisis implícitas)

Crisis que nos tiene de los nervios con tanta pérdida de poder adquisitivo de los ingresos que son los mismos (en el mejor de los casos) pero que cada día valen para menos ante el monstruo peludo y dentudo (o dentado) de la inflación galopante, dicen, que aplastante sentimos. Crisis.

Y no sé por qué tanto reparo ante ella, llamándola de otra forma. Al fin y al cabo es lo que hay. Luego (por, por consiguiente) mejor pensar e invitar a hacerlo que complicar y complicarnos la vida con eufemismos inútiles y tramposos.

Desaceleración... Brusco frenazo, no sé si con golpe por alcance. Veremos a ver.



la foto es de hildita kitsch

martes, junio 03, 2008

Fiat panis


La FAO se ha reunido en Roma hoy. Es la Conferencia de Alto Nivel sobe Seguridad Alimentaria, Retos del Cambio Climático y Bioenergía.

Será difícil que resuelva con pocos días de reuniones asunto tan complejo y abusivo. Muy difícil. Pero por algo se empieza, si de verdad empiezan.

El presidente ahora del Banco Mundial, mister Zoellick, afirma en entrevista esto que transcribo ahora:

  • Los crecientes precios mundiales de los alimentos están amenazando a 30 millones de personas en África con hambre.
  • 800 millones de personas en el planeta sufren desnutrición (la FAO afirma que son 862)

Hoy en la Conferencia, el Director General de la FAO, monsieur Diouf, fue crítico con los países ricos por dar la espalda y dejar crecer la crisis mundial en la producción de alimentos. Por supuesto no le falta razón, pero también es verdad que la crítica llega tarde, pues el problema está ya crecidito.


El asunto es complejo, como la vida misma, y son varios los factores que lo hacen ahora más crítico. Uno es el desvío del negocio financiero al mercado de las materias primas alimentarias. Otro la enorme demanda de quienes fueron pobres hasta casi ayer (China, India, Vietnam...) ... Y en su derecho que están. Otro el precio creciente constante de los combustibles fósiles y los importantes contingentes de millo (maiz) o soja destinados a generar combutibles, eufemísticamente llamados verdes . Otro las malas cosechas... Finalmente la condición global del problema, posiblemente como nunca antes se había vivido, pues nos afecta a todos en todos los rincones del planeta el encarecimiento. Aunque, claro, no es lo mismo destinar un 40% de la renta a comer, que destinar un 90% (los datos son sólo un ejemplo, no muy desventurado, pero un ejemplo, de la porción que destinamos en los países enriquecidos -siempre a costa de otros- y aquella que destinan los países empobrecidos -a la fuerza tantas veces-)


Claro es que yo no tengo solución. Sólo tengo atención, que presto al mundo, y medios para escribir y publicar y criticar y llamar la atención... E invitar a recapacitar, pues por muy alto que sea el nivel de quienes en Roma se reúnen (y no está del todo clara tal altura) poco es para asunto tan complejo y crítico.

A recapacitar... A prever... A imaginar una sociedad distinta. Más equitativa.

Esa fue la invitación. Y ahora me despido.



Iñaki, desde Bilbao, nos invita a participar en una ciberacción con motivo de la Coferencia. Para participar, aquí