Respecto de la Navidad les remito al post, 25 de diciembre: Navidad o la celebración del solsticio de invierno, de Hanna, en Ser Rizomático
Respecto de las buenas cosas que solemos desearnos en estos días... No voy a ser menos, ni más...
Respecto del año que convenimos en iniciar próximamente, deseos también... buenos siempre
Esta noche paseando a Perra, que es perra y también tiene por nombres Soraya o Sora, y a todos responde... Caminé en sentido contrario que dos pibes (sobre once años tendrían) blanco uno, el otro negro... felices a sus cosas y con ellas... sonrientes...
Me sentó bien el esperado (porque se les veía venir) encuentro y desencuentro (todos los pasos eran ligeros, cada cual en su dirección)... Fue un instante, grande... Con efecto reconciliador
Más tarde, ya en otra calle, Perra cagó... Justo en el lugar menos adecuado... A la altura de un establecimiento de farmacia, en turno de guardia, que tenía a la puerta gente esperando, y que a mi, ya desde lejos (antes de llegar) me hacían caer en la cuenta de las encarnizadas batallas entre virus y humanos, que en esta época se dan
Perra cagó. Yo, con la bolsa, recogí... No me había tocado antes delante de tanta gente junta recoger la mierda de Perra... Y pensé en el ejemplo. Civismo, se diría. Obligación, también. Y previsión (por la bolsa)... Segunda reconciliación
Después otra calle... y otra, en la que coincidí con tres chinos (parecían de lejos) -y es que juego con la ventaja de saber que a esa altura de esa calle hay un restaurante chino, cantones, japonés, tailandés, de comida asiática. Que eso dice el cartel anunciante-... Pero resultaron no ser chinos, los tres. Dos sí. Quienes gestionan el comedor (y la cocina, supongo)... El otro español. Andaluz... Se despedía del chino más joven: Adiós, hijo puta!... cabrón! que no te invitas a nada!... y le tomaba por los dos brazos con los dos brazos... sonriendo (los dos)... Imaginen esa forma tan común entre los españoles que la tienen por común... Y que a mí por desconocimiento quizá, me parece contrapuesta a los modos chinos... (Aunque China tenga tamaño y gente suficiente como para no estar con muchas homogeneidades)
En resumen... Tres reconciliaciones, en la noche (de hoy)...
Para la cosa de la Navidad no están mal... pensé, llegando a casa ya... Y la cosa es este post... Y aquí queda.
Feliz e infeliz vida -percibo que para ser plena, no puede ser de otra manera, no obstante los muchos matices que tiene mi percepción-
Respecto de las buenas cosas que solemos desearnos en estos días... No voy a ser menos, ni más...
Respecto del año que convenimos en iniciar próximamente, deseos también... buenos siempre
Esta noche paseando a Perra, que es perra y también tiene por nombres Soraya o Sora, y a todos responde... Caminé en sentido contrario que dos pibes (sobre once años tendrían) blanco uno, el otro negro... felices a sus cosas y con ellas... sonrientes...
Me sentó bien el esperado (porque se les veía venir) encuentro y desencuentro (todos los pasos eran ligeros, cada cual en su dirección)... Fue un instante, grande... Con efecto reconciliador
Más tarde, ya en otra calle, Perra cagó... Justo en el lugar menos adecuado... A la altura de un establecimiento de farmacia, en turno de guardia, que tenía a la puerta gente esperando, y que a mi, ya desde lejos (antes de llegar) me hacían caer en la cuenta de las encarnizadas batallas entre virus y humanos, que en esta época se dan
Perra cagó. Yo, con la bolsa, recogí... No me había tocado antes delante de tanta gente junta recoger la mierda de Perra... Y pensé en el ejemplo. Civismo, se diría. Obligación, también. Y previsión (por la bolsa)... Segunda reconciliación
Después otra calle... y otra, en la que coincidí con tres chinos (parecían de lejos) -y es que juego con la ventaja de saber que a esa altura de esa calle hay un restaurante chino, cantones, japonés, tailandés, de comida asiática. Que eso dice el cartel anunciante-... Pero resultaron no ser chinos, los tres. Dos sí. Quienes gestionan el comedor (y la cocina, supongo)... El otro español. Andaluz... Se despedía del chino más joven: Adiós, hijo puta!... cabrón! que no te invitas a nada!... y le tomaba por los dos brazos con los dos brazos... sonriendo (los dos)... Imaginen esa forma tan común entre los españoles que la tienen por común... Y que a mí por desconocimiento quizá, me parece contrapuesta a los modos chinos... (Aunque China tenga tamaño y gente suficiente como para no estar con muchas homogeneidades)
En resumen... Tres reconciliaciones, en la noche (de hoy)...
Para la cosa de la Navidad no están mal... pensé, llegando a casa ya... Y la cosa es este post... Y aquí queda.
Feliz e infeliz vida -percibo que para ser plena, no puede ser de otra manera, no obstante los muchos matices que tiene mi percepción-
6 comentarios:
Muchas felicidades Benito!
Gracias Glora, por los deseos de felicidad...
Yo también te deseo a ti buenas cosas.
hola, creo que una buena manera de enfocar las fechas (estas y todas, por extensión) eso de las reconciliaciones
saludos
Sí josman, las fechas y las horas... Reconciliar implica paz, es el mejor mecanismo para la paz... en todos los ámbitos.
Gracias por tu visita.
Gracias por divulgar mi artículo, Benito, y hoy -además de los 364 días restantes del año que iniciamos- te deseo todas las buenas cosas que para ti, tú mismo, te desees, y también que nunca cejes en tu empeño de crecer, conocer y amar a la vida, a la humanidad y sobre todo a ti mismo.
Un cálido abrazo.
Hannah
Gracias Hannah... Eres muy amable.
Otro a tí, con mis mejores deseos también.
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