Este asunto no es de los más fáciles. Ya saben que en estos días pocas resultan tal, aunque lo parezcan y, algo que considero insano, aprovechen interesados grupos políticos (en España el PP) para hacer campaña e incrementar, por las ajenas incertidumbres, el potencial de votos.
En mi opinión la regulación del sistema de relaciones laborales (es decir el cambio en la regulación) no tendrá un efecto especialmente llamativo para modificar la tendencia que se observa de exceso de oferta de trabajo, y desempleo consecuente. El trabajo se genera a partir de la demanda de bienes y servicios y, no poco importante, a partir de las necesidades (demanda también) de las empresas por ese factor. En la medida en que la tecnología y las modificaciones en los procesos productivos, además de la especialización por bajos costes de otros territorios, se mantenga, y así será. La demanda de trabajo que hacen las empresas, no crecerá en la proporción y medida que se requiere para absorber toda la oferta. Otro aspecto es el de la demanda de bienes y servicios. El consumo, para bien y para mal, se ha reducido en volúmenes importantes consecuencia del parón financiero y, no poco trascendente, consecuencia de un nivel de endeudamiento insostenible at astra, en contra de aquello que se pensaba.
Tenemos entonces dos frentes que afectan a la generación de empleo, y un tercero, que regula cómo se desempeña el empleo que existe. ¿Si se cambia el tercero los dos anteriores se reactivarán?... Simplificando, y emitidiendo opinión a falta de mejor juicio, pienso que no. Esencialmente porque el desempleo no se ha generado por el marco en que se da el trabajo, sino porque el trabajo no se demanda por las empresas en la misma media y volumen que antes, mientras la oferta no para de crecer...
Imagino que cada cual hace aquello que puede... hasta donde puede. Probablemente el asunto, de saber, no es. Es decir que no faltan conocimientos respecto de aquello que ocurre. Incluso no faltan soluciones. Otra cosa es que esas sean posibles en términos presupuestarios. Porque como de mercado escribimos y a él nos referimos, los recursos, como por ejemplo financieros, no son asunto de orden segundo, o menor.
Para crear empleo, es decir, para que las personas a cambio de su trabajo reciban remuneración, sería suficiente con 'facilitar' el crédito más o menos barato y, sobre todo, fácil. Como fue o era. Así, consumiendo de todo a "todo tren" todos, se generaría demanda de trabajo, la oferta podría acceder a horas de trabajo contra euros a final de mes... y consumir, dando vueltas a la rueda de la economía, favoreciendo el imperfecto concepto de
flujo circular que olvida el medio ambiente y nuestras ineficiencias, en forma de residuos degradantes y contaminantes.
Pero a la facilidad del crédito, ahora más barato que antes, no parece posible volver. Ya ni siquiera los países lo obtienen 'alegremente' y con la abundancia que sería necesaria para sostener nuestra avidez, convertida en necesidad a fuerza de autoconvencimiento. Así que por la vía de la reactivación del ciclo económico, dadas las restricciones presupuestarias -entre otras- no parece sea sencillo dar al potencial de trabajo ocupación con sentido, de mercado.
El sentido "de mercado". La idea de mercado. Como ocurre con todas las ideas sociales. No es Ley física ni química. Puede cambiarse. Dando así lugar y salida al potencial de trabajo en ocupaciones con sentido, social, colaborativo, cooperativo... (Esto es una aclaración cuyos principios, o mejor, virtudes, no quiero ahora argumentar)
Si por la vía de más endeudamiento y más crédito no resulta posible resolver el desempleo, está pareciendo -porque nos insisten mucho en ello, no por otra cosa- que regulando de otra manera el "mercado de trabajo". Conviniendo, decretando, cambios en las normas laborales. Modificando modelos y condiciones de contratos. El precio de los despidos... Las empresas se decantarán por demandar y la sobreoferta disfrutará, disminuyendo, y todos tan contentos...
Tampoco, porque qué van a demandar las empresas cuando "el problema" es de consumo que fue, y no vuelve, y el sentido de las cosas antes, reguladas como ahora se quiere cambiar, fue distinto al sentido de las cosas ahora, no por la regulación que había, sino por cómo se gastaba, usando, de todo o casi, dos, y del último modelo... Modelo... modelo insostenible que nos ha mantenido engañados mientras hemos podido, pasando de querer ser ricos y prósperos a ser más pobres, aunque aún no lo creamos del todo.
Bien... ¿y entonces?... Esperar, es mi opinión. Esperar activos. Asegurar rentas básicas. En eso el Gobierno tiene mucho que hacer. Pensar el futuro. Sin renta que permita subsistir no es posible pensar el futuro. Por eso me parece esencial la garantía básica. Por eso entiendo principal la regulación y universalización, para cuando caso de necesidad. Y analizar, convenir en denominar el nuevo escenario. Convenir, los "agentes sociales" que nos representan (veces sí, otras no) respecto del papel a desempeñar en el tablero de juego del Planeta. Porque es hora de reinventarnos. Redefinirnos. Acelerando el luto por el pasado hacia el espacio que le corresponde: la Historia... Visualizando, colectivamente el futuro, desde la realidad del presente, distinto a como fue ayer.
El
Estado de Bienestar no es gratuito, y menos aún, barato. Ahora que nos sabemos menos ricos corresponde aceptar disminuciones. En las pensiones, por ejemplo. La de jubilación es una de ellas. No digo que guste eso, que sé que no gusta. Digo aceptar, porque no resulta evitable. Recodad la máxima: si limpias algo, ensucias algo. Abaratar el precio del factor trabajo, es decir, cobrar menos... Este tema si requiere, en su caso, de una modificación legal y convencional... ¿Será posible sin abaratar el precio del factor trabajo, competir en la "mundializada" Tierra?... Ahora se podría hacer uno (u otra) la pregunta sobre si competir es verbo que convenga usar tan frecuentemente y tan alegremente. Aunque ese sea otro tema. O quizá no.
¿No está ocurriendo en realidad que en todo el "mundo rico" las cosas han cambiado y de ricos se ha pasado a menos?... Yo pienso que sí. Por eso entiendo inevitable también el acuerdo respecto a los costes de unos y los ingresos de otros. Digo el acuerdo porque me entiendo entre seres racionales.
"Conseguir empleo" seguirá siendo difícil, o muy difícil, por mucho cambio que se haga en la regulación de los contratos de trabajo. Por mucho que se incentive el empleo de jóvenes. Por más que se invoque la seguridad y la fijeza y la permanencia... El empleo (su necesidad, su demanda) se genera a partir de un sentido. Sin sentido no hay empleo. Cuando hubo sentido había empleo. Ahora no, porque no se vende, porque no se compra, porque no hay crédito, porque hay que pagar mucho... O bajamos el listón o no saltamos. ¿Bajarlo es el fin?... ¿es el abismo?... Pienso que no. Es lo más sensato... Y pensar el futuro. Hay está la esperanza. La necesaria confianza en nuestra capacidad para imaginar y crear el futuro. ¿Atados al pasado podemos hacerlo?...
Aceptar el cambio, con renta de garantía, básica... Paz social activa. Creativa colaboración para "salir de esta"... Sin uso vergonzante del desempleo para ganar espacio de gobierno, por ganar espacio de gobierno.
Pero no me olvido... es común que piense utópico.
la imagen es del sitio Info Barrel.com