viernes, junio 17, 2011




Extienden much@s la idea de que los repartos -que llaman pactos- son inevitables. Como si la existencia de gobiernos en minoría fuese un mal, en lugar de una consecuencia lógica y natural, en democrático sistema.

Así, entre el ansia por "pillar cacho" en el reparto -que me parece no es poca- y las ganas de relumbrón -que tampoco- en Canarias se eternizan gobiernos con la Coalición, ahora con el PSOE, antes con el PP.

Gobierno fuerte, sólido y estable... eso dicen que buscan. Y me sorprende -solo algo- porque en mi opinión lo deseable es un gobierno inteligente y eficiente, flexible también. Porque los tiempos y las circunstancias se muestran suficientemente complejas como para darle a la estabilidad importancia, cuando aquello que requiere la realidad es, precisamente, novación y respuestas a las incertidumbres, y si no hay certezas, ¿cómo se pueden esperar solides?...

En lo personal no me ha sorprendido nada -o poco tirando a lo anterior- ni el resultado electoral, ni el reparto CC/PSOE. Lo uno y lo otro eran de esperar entre las probabilidades más presumibles. Nada digo si, además, ya antes del inicio de la campaña, había un postulante deseoso (convencido) a la vicepresidencia que obtendrá(n), dócil(es), días adelante.

Sí, se reparten, y pactan no inmiscuirse; como siempre ha sido. No pactan ad hoc, como conviene. No dan margen al trabajo -acomodaticios- sino a la 'estabilidad' y el 'puesteo' que refuerce el escalafón constituido. En definitiva evitan hacer política -cuando más se requiere- y optan por la continuidad repartista y la apariencia. Así, se me ocurre, podríamos evitar gastos en parlamentos al dictado de ejecutivos repartidos... Total, por áreas prioritarias para la inversión no sería, y con el tiempo, y mejor educación, podríamos acercar el día en que a la ciudadanía se nos deje de usurpar la representación mediante el reparto de áreas y cargos que garantizan el silencio, de los corderos.


la foto es de GomeraNoticias.com

1 comentario:

Javier Ldo dijo...

No puedo estar más de acuerdo con lo que planteas. Alguien debería plantearse que cuando se pierde es bueno hacer oposición y no gobernar a toda costa cediendo en todo lo que crees.