domingo, mayo 27, 2007

El abuso solo genera ansia de justicia





Y el ansia de justicia es en el caso palestino, enorme. Porque enorme es el daño que ha causado Israel desde 1948 al pueblo y la tierra que ocupan.

La política de “tierra quemada” que practica el Gobierno de Israel mediante su aparato militar alcanza a los cultivos de olivo. Las fotos son de Jaume d’Urgell y permiten entender perfectamente los efectos de esas prácticas que acrecienta el mal ánimo, cuando no la rabia o la furia. Porque el objetivo es diezmar y sojuzgar a un pueblo y su cultura, valiéndose de la fuerza de guerra. No obstante, el problema para Israel y quienes le alientan es que ese pueblo no se deja sojuzgar y que esa cultura es compartida por millones de otros seres humanos que ven en la justa causa Palestina, también su causa.

La paz no se podrá alcanzar con estas prácticas. Así solo se acrecienta el odio y el rencor de quienes reclaman sus tierras ocupadas por inmigrantes llegados desde Europa y América, amparados en el derecho, dicen, que les da el haberles sido donadas –las mismas tierras- directamente por Dios.

Claro que sin el apoyo de Inglaterra y, sobre todo, de los Estados Unidos, esa donación celestial no hubiera podido perfeccionarse en derecho internacional; pero ya vemos que Dios se vale de distintas vías, y sobre todo de distintas técnicas y tecnologías de guerra para materializar sus acciones, sus designios –nada divinos-

2 comentarios:

Mari Triqui dijo...

Hola Benito!
Anoche te descubrí en planeta canarias y estoy disfrutando mucho con tus post.
Cuánto daño somos capaces de hacernos los humanos...
Un saludo.

Corpi dijo...

Dices que el objetivo de los israelíes es diezmar y sojuzgar a un pueblo y su cultura. Yo más bien digo que su objetivo es expulsar y aniquilar al pueblo palestino para hacerse ellos con la tierra.
Un saludo