El título forma parte de uno más largo de un artículo periodístico (La Provincia)
Quieren decir crisis, pero como piensan en positivo (?) usan eufemismos. Como este: desaceleración profunda. Ahí es nada!
Desacelerar tienen que ver con la velocidad, con disminuirla. Profundidad tiene que ver con hondura, con aumentarla.
¿Cómo casar la velocidad y el tocino, o aquella y la profundidad?
Si un objeto, animado, inanimado, tecnológico o biológico (o ser, cualquiera, o grupo de ellos) estuviese en un proceso de caída o traslado desde un punto a otro (necesariamente más bajo o más abajo, porque en el experimento está el concepto de hondura, aunque también se conceptúa hondura en horizontal, a veces)... Es igual. Si un objeto, etc, etc, estuviese en desplazamiento de un sitio a otro y parase o disminuyese la velocidad, dejaría de ir más allá, ¿no?. Dejaría de ir más abajo, digo yo.
Pero no. Es posible desacelerar profundamente. Porque igual pensaban, porque conducen vehículo, en aquello de pisar profundo, el freno, en este caso, y desacelerar. Aunque bien pensado, otra vez, si se pisa a fondo el freno, se desacelera sí... pero de golpe. ¿Verdad?
Desaceleración profunda... Que absurdo, digo. Que absurdo y para idiotizar.
Crisis que por ahora no presenta más que su lado feo (se dice mucho y se repite que una crisis guarda oportunidades, y no lo dudo, pues por filosofía me interesa, pero ahora están por venir o ver) Crisis que durará ni se sabe, porque por ahora no se pone nadie de acuerdo en cuánto va a durar porque durará lo que dure y después de haber durado se sabrá cuánto duro, y así, como son estas cosas de la economía y los comportamientos individuales y sociales que la hacen (a la economía y a las crisis implícitas)
Crisis que nos tiene de los nervios con tanta pérdida de poder adquisitivo de los ingresos que son los mismos (en el mejor de los casos) pero que cada día valen para menos ante el monstruo peludo y dentudo (o dentado) de la inflación galopante, dicen, que aplastante sentimos. Crisis.
Y no sé por qué tanto reparo ante ella, llamándola de otra forma. Al fin y al cabo es lo que hay. Luego (por, por consiguiente) mejor pensar e invitar a hacerlo que complicar y complicarnos la vida con eufemismos inútiles y tramposos.
Desaceleración... Brusco frenazo, no sé si con golpe por alcance. Veremos a ver.
la foto es de hildita kitsch
Quieren decir crisis, pero como piensan en positivo (?) usan eufemismos. Como este: desaceleración profunda. Ahí es nada!
Desacelerar tienen que ver con la velocidad, con disminuirla. Profundidad tiene que ver con hondura, con aumentarla.
¿Cómo casar la velocidad y el tocino, o aquella y la profundidad?
Si un objeto, animado, inanimado, tecnológico o biológico (o ser, cualquiera, o grupo de ellos) estuviese en un proceso de caída o traslado desde un punto a otro (necesariamente más bajo o más abajo, porque en el experimento está el concepto de hondura, aunque también se conceptúa hondura en horizontal, a veces)... Es igual. Si un objeto, etc, etc, estuviese en desplazamiento de un sitio a otro y parase o disminuyese la velocidad, dejaría de ir más allá, ¿no?. Dejaría de ir más abajo, digo yo.
Pero no. Es posible desacelerar profundamente. Porque igual pensaban, porque conducen vehículo, en aquello de pisar profundo, el freno, en este caso, y desacelerar. Aunque bien pensado, otra vez, si se pisa a fondo el freno, se desacelera sí... pero de golpe. ¿Verdad?
Desaceleración profunda... Que absurdo, digo. Que absurdo y para idiotizar.
Crisis que por ahora no presenta más que su lado feo (se dice mucho y se repite que una crisis guarda oportunidades, y no lo dudo, pues por filosofía me interesa, pero ahora están por venir o ver) Crisis que durará ni se sabe, porque por ahora no se pone nadie de acuerdo en cuánto va a durar porque durará lo que dure y después de haber durado se sabrá cuánto duro, y así, como son estas cosas de la economía y los comportamientos individuales y sociales que la hacen (a la economía y a las crisis implícitas)
Crisis que nos tiene de los nervios con tanta pérdida de poder adquisitivo de los ingresos que son los mismos (en el mejor de los casos) pero que cada día valen para menos ante el monstruo peludo y dentudo (o dentado) de la inflación galopante, dicen, que aplastante sentimos. Crisis.
Y no sé por qué tanto reparo ante ella, llamándola de otra forma. Al fin y al cabo es lo que hay. Luego (por, por consiguiente) mejor pensar e invitar a hacerlo que complicar y complicarnos la vida con eufemismos inútiles y tramposos.
Desaceleración... Brusco frenazo, no sé si con golpe por alcance. Veremos a ver.
la foto es de hildita kitsch
4 comentarios:
Hola,
tu escrito tiene mucho de verdad y un mucho de...llevas razón en que a las cosa hay que llamarlas por su nombre y dejarnos de cuentos -eufemismos-dirías tú. Buenprovecho.
Saludos
Gracias anónimo, por el comentario.
Pues llamando a las cosas por su nombre: tenemos un gobierno de gilipollas. He dicho.
Un abrazo
Hay Corpi tanto gobierno que encaja en ese esquema que dices tú, que ya no sé bien quién es más o menos. Mientras tanto, cada día, peores datos y más augurios oscuros, y la capacidad de gobernar estas situaciones, más difícil.
Abrazo
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