Se inicia ahora, exactamente ayer, el cuarto año de la guerra que ha llevado las armas de destrucción masiva a Irak. Aquellas armas que nunca tuvo el gobierno de Sadam Hosein pero que el Pentágono y los gobiernos aliados de Gran Bretaña y España quisieron hacer creer que existían.
Han sido tres años de destrucción y muerte, tres años de desolación para una población que ya estaba desolada por tantos otros años de bloqueo y embargo. Han sido más años a sumar a la miserable acción, siempre interesada por el negocio energético, de unos gobiernos que no parece que previeran el callejón sin salida en el que han metido a Irak y a ellos mismos. El coste de la guerra se hace insostenible y el coste humano aún más. Esa es la realidad de estos años “victoriosos” de la administración USA y sus aliados.
Ahora, para colmo de males y degeneración, leemos que se utiliza a niños, sentados en el asiento trasero del vehículo, para no levantar sospechas y estacionarlo en el lugar elegido para la acción, haciéndolo luego explotar con las criaturas dentro. La noticia aparece hoy publicada en El País y la aporta un alto mando del ejercito USA. No sé, la verdad, si creerme del todo la noticia porque al fin y al cabo la información negativa es también un arma de guerra, pero tampoco me quedo tranquilo, no crean. La ética de la guerra es repugnante la más de las veces y su lógica puede perfectamente hacer que se pongan en práctica estrategias de ese calibre.
Por otra parte, pero en el mismo sentido, fíjense, si leen el artículo, en la afirmación: el Pentágono transmite su preocupación… ¡Eso sí que es bueno! -es decir malo-. Eso es, sencillamente, un acto de indecencia, nada más. Porque dónde se ha visto, sino en la realidad, que el ejército más beligerante del mundo resalte de otros, regulares o irregulares, la muerte de niños, siempre inocentes, en actos de guerra. Solo en la realidad… ahí es donde se ven estas cosas. En la realidad de la guerra y sus actos.
En otro orden de cosas, aunque no del todo, afirmo que degeneración es la guerra, no la homosexualidad contra la cual ha iniciado cruzada la católica administración polaca (ver noticia, si no se conoce ya)
Han sido tres años de destrucción y muerte, tres años de desolación para una población que ya estaba desolada por tantos otros años de bloqueo y embargo. Han sido más años a sumar a la miserable acción, siempre interesada por el negocio energético, de unos gobiernos que no parece que previeran el callejón sin salida en el que han metido a Irak y a ellos mismos. El coste de la guerra se hace insostenible y el coste humano aún más. Esa es la realidad de estos años “victoriosos” de la administración USA y sus aliados.
Ahora, para colmo de males y degeneración, leemos que se utiliza a niños, sentados en el asiento trasero del vehículo, para no levantar sospechas y estacionarlo en el lugar elegido para la acción, haciéndolo luego explotar con las criaturas dentro. La noticia aparece hoy publicada en El País y la aporta un alto mando del ejercito USA. No sé, la verdad, si creerme del todo la noticia porque al fin y al cabo la información negativa es también un arma de guerra, pero tampoco me quedo tranquilo, no crean. La ética de la guerra es repugnante la más de las veces y su lógica puede perfectamente hacer que se pongan en práctica estrategias de ese calibre.
Por otra parte, pero en el mismo sentido, fíjense, si leen el artículo, en la afirmación: el Pentágono transmite su preocupación… ¡Eso sí que es bueno! -es decir malo-. Eso es, sencillamente, un acto de indecencia, nada más. Porque dónde se ha visto, sino en la realidad, que el ejército más beligerante del mundo resalte de otros, regulares o irregulares, la muerte de niños, siempre inocentes, en actos de guerra. Solo en la realidad… ahí es donde se ven estas cosas. En la realidad de la guerra y sus actos.
En otro orden de cosas, aunque no del todo, afirmo que degeneración es la guerra, no la homosexualidad contra la cual ha iniciado cruzada la católica administración polaca (ver noticia, si no se conoce ya)
la foto es de dog´s age
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