miércoles, diciembre 28, 2011

Antipatías...


No hace tanto de esto, en amena conversación, recordaba yo la antipatía que había sentido al leer, de Maruja Torres, “Abierto 24 horas”...

Hoy he vuelto a recordarlo, ahora, hace un momento, cuando no tenía del todo claro cómo construir la expresión, las ganas, la casi avalancha de ganas por escribir, de los tiempos. De los que vivimos.

Y el recuerdo ha llegado de la mano memorística del ego...

Así lo dijo Maruja: “Por ese espacio libre e infinito proliferan caravanas de egos en todas las direcciones; si un día entran en colisión, no vamos a necesitar el Apocalipsis.”

Y es verdad, hay que reconocerlo, en cada blog hay ego, lo mismo que hay ego en cada columna periodística... igualdad que me pareció a mi no tuvo en cuenta la señora Torres en la suya, y así brotó mi antipatía. Aunque ese es otro asunto. No obstante me sugiere la cosa que, como con casi todo, hay clases, y unos egos pudiera ser tengan más don que otros.

Bueno, pues que tratando estaba yo de egos, y recordé, y me vale la memoria para iniciar esta entrada que tiene por objeto la antipatía que siento ante y durante diversos hechos sociales de variada índole y procedencia... Como es, me parece, necesario, pido de antemano disculpas por aquello que sigue -y si conveniente, también por lo que antecede- puesto que vivo acompañado de mi ego y sin él no escribo.



Una persona de la familia que hereda en España la jefatura del Estado se ha sabido involucrada, que digo involucrada. Se ha sabido idearía de una ONG que no servía de tal, ni cual, pero si era válida para un entramado mercantil... Esta persona ya no es de la familia que hereda, aunque sigue siéndolo por vínculos de afinidad, pero no lo es de la parte en que aquella es Real, aunque antes tampoco lo fuese y ahora siga siéndolo porque es cónyuge... Bueno, un lío todo. Y continua. Porque esto que ahora sabemos, en la medida en que sabemos algo, resulta era conocido antes (5/6 años atrás) por -lo dicen los periódicos- casi toda la familia y asesores o personas de confianza... (No sé si colegir que la ciudadanía toda que basa la pirámide somos gente de desconfianza)

Bien... Negocio travestido de no lucrativo. Mañas indecentes y de honestidad difusa. Asunto -digamos- tapado. Mutis por el foro, aunque parece que al Foro vuelva... Y la navideña mediana alocución donde con velos y palabras vacuas -en mi opinión- se dice aquello que se quiere se imagine y sin señalar se señala, aunque finalmente, más tarde, dice quien dijo que los periódicos señalan hacia donde él no lo hizo... Otro lío, verdad. Ser y no ser...

Pareciera algunas, no pocas veces, que la cosa está entre lo humano y lo casi mágico. O eso de encarnar estados e instituciones diversas que se suponen inmaculadas siendo la mácula común a los mortales... No quiero ahora acordarme de trastornos, y sigo.

Negocio de alguno, mejor te vas, desvelo, cada cual a lo suyo y la mía si es honesta, recordatorio de la irrealidad: la ley es igual para todos, y un broche, dadivoso casi, porque “... como también ocurre en otros países de la Unión Europea, la asignación destinada a la Jefatura del Estado no está sometida al Tribunal de Cuentas.”... -me gustaría el contraste de esto, y no es que dude, no, solo que me gustan las fuentes- pues, decía... el Desglose Presupuestario del último ejercicio.

36 años pasados sin ninguno, y como gracia que aunque nadie pidió se concede en muestra, supongo, de aquello que es normal y sano en los estados democráticos y de derecho, transparentes. Bien me parece, no digo no. No obstante para no saber más que la mitad de la mitad de la mitad -por decir algo- dado el mínimo desglose aportado, y aunque fuese solo por conocer su modelo de gestión... pues amplios y dados, regalados, que dirían los clásicos... pues tampoco.


Concluyo. Republicano re-declarado, mi ego y yo, deseamos al uno el por venir de la III, y gracias de antemano sean dadas al lugar donde tales modelos democráticos se gesta. Que, ya sé, es en el espíritu de civilidad...

Ahora, al fin y con ganas de demostrar que ejercito por lo general con ánimo de objetividad, menciono que no olvido las repúblicas neomonarquías estrafalarias. Y tampoco aquellas que ejemplarizan hasta como entre humanos por ahora somos capaces. Y recuerdo que estos Institutos de la cohesión social y el orden constituyente (las jefaturas de estados) cuestan todos una pasta. Aunque, me parece, casi siempre es posible abaratar, y cuantos menos, más para otros asuntos... Que si digo que no sobra, reitero, e incluso aburro.


la imagen en: Daniel Payá Blog

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